La  ilusión de Maya

 

El deseo por Dios no surge de la nada; debe ser cultivado.

Y sin ese deseo, la vida no tiene sentido.

Cuando vas a dormir dices adiós a este mundo, a tu familia, a tu nombre, incluso a tu cuerpo. Nunca sabes cuando vas a tener que despedirte permanentemente de este mundo. Estás en un viaje, estás de paso en el mundo por un corto período.

Tu primer interés debería ser comprender el significado de este viaje y su destino final. Ese destino es Dios. Y no podría ser nada más. Este mundo solo es un sueño!

Entonces el devoto dice: "No soy el cuerpo. No tengo forma. Soy la alegría misma."

Acuérdate de esta verdad cuando te levantes por la mañana: "Solo estoy aquí para percibir mi verdadera naturaleza. No soy el cuerpo. Soy la alegría."

"Soy el que habita este cuerpo a través del cual estoy soñando esta vida en la tierra; pero realmente soy el Espíritu eterno." Cuando vives la vida, no por Dios, sino por ella misma, cada momento es una deuda a Dios. Estas deudas se acumulan, día tras día.No obstante el alma este confinada en el cuerpo, permanece esencialmente intocada e inmutable. Pero a través del Maya o ilusión, se identifica con la mortalidad y el cambio, hasta que la conciencia evoluciona y a través de la autorrealización, regresa a su naturaleza inmortal. Estamos tan identificados con esta vida que creemos que somos mortales; pero el cuerpo es el único que es mortal, porque nuestro verdadero ser, (o sea el alma), es inmortal. Podemos dormir un rato en el estado de la muerte, pero nunca seremos destruidos. Existimos, y esa existencia es eterna. La ola del mar llega hasta la orilla y después regresa al mar; no desaparece. Se convierte en una con el océano, o vuelve bajo la forma de otra ola. Para nosotros es lo mismo. Este cuerpo desaparecerá, pero la esencia del alma que hay en tu interior nunca dejará de existir. Así que no te asustes por el sueño de este mundo. Sino, ¡Intenta despertar en la inmortal luz de Dios! Hubo un tiempo en que también para Yogananda la vida era como observar una película de miedo, y le estaba dando demasiada importancia a las tragedias que tenían lugar allí.

Entonces, un día mientras el Maestro meditaba, una gran luz apareció en su habitación y escuchó la voz de Dios que le decía: ‘¿Qué estás soñando? Observa mi luz eterna, en la cual las pesadillas del mundo vienen y se van. No son reales."

¡Qué gran consolación fue eso para el Maestro! Las pesadillas, aunque terribles, no son más que pesadillas.

Las películas, divertidas o inquietantes, no son más que películas.

Eres Energía, Vibración,Creador, eres parte de Dios!

         

Y no debemos dejar que los dramas de la vida nos absorban.

¿No es más sabio prestar nuestra atención a ese Poder indestructible e inmutable?

¿Por qué devennos preocuparnos de las disgustan tés sorpresas en el argumento de esta película del mundo?Estamos en la tierra por un corto periodo de tiempo. Aprende la lección de la vida y halla la libertad. El Señor no creó este mundo para torturarnos, sino para probarnos. El propósito de estas pruebas es ver si podemos mantener nuestras mentes centradas en El, al mismo tiempo que realizamos nuestras labores mundanas. En definitiva, ver si podemos estar en el mundo sin estar en él – vivir en la tierra sin dejar que nos absorba su materialidad. Este es el ejemplo que nos dieron Krishna, Lahiri Mahasaya y el rey Janaka. Este mundo es un sueño dentro de un sueño; debes darte cuenta de que hallar a Dios es el único objetivo y tu única meta.

Deberías desear mil millones de muertes antes que caer en las redes de los malos hábitos de los que no puedes librarte. El dinero, el sexo y el vino fueron creados como placeres efímeros.

No pueden sustituir la alegría que te da Dios. Incluso si lo único que haces es rezar sinceramente al Señor, Su gran felicidad vendrá eventualmente a ti. Dios quiere probarte con la tentación de los malos hábitos para ver si le quieres más a El que a los tentadores placeres del cuerpo. Si te rindes, no llegarás a ninguna parte. Si vas llenando un vaso de agua no puedes esperar que vaya a secarse nunca. Debes secar el agua de los malos hábitos con el sol de la buena compañía, la actividad, la introspección y la fuerza de voluntad; Y, por encima de todo, la meditación y la unión con Dios. Nadie puede ayudarte a menos que tú quieras ayudarte a ti mismo. Como he dicho, si tú tienes voluntad, el propio Dios vendrá a ayudarte.

Existes sólo por Dios, y a El es a quien debes encontrar. Y sólo le encontrarás si le buscas constantemente; con firme resolución de tu mente y con el verdadero deseo de encontrarlo en tu corazón.ero deseo de encontrarlo en tu corazón.